En resumen, el DEC (Desorden Energético Crónico) se manifiesta en personas que experimentan una serie de dificultades en diferentes aspectos de sus vidas. Estas dificultades incluyen problemas con la gestión del tiempo, la organización y la puntualidad, así como obstáculos en la búsqueda de oportunidades y relaciones interpersonales. Además, estas personas pueden experimentar una serie de eventos negativos inesperados, como fallas en dispositivos electrónicos, problemas en el hogar y tensiones familiares. Todo esto puede llevar a un agotamiento físico y mental, así como a dificultades financieras y comerciales.

Hay casos tan alterados que sus campos alterados son capaces de con solo acercarse disparar las alarmas de los coches.

En casos de Desorden Energético Crónico (DEC), la persona tiende a afectar su entorno familiar, su hogar y su trabajo. Todo en su ambiente y alrededor se ve alterado, y aunque no sea consciente de ello, su problema se va complicando gradualmente, lo que puede llevar a desarrollar una sensación de paranoia o persecución. La persona puede creer que algo o alguien está obstaculizando su vida, lo que puede generar una creciente frustración y estrés. Aunque intente mantener pensamientos positivos o practicar la meditación, mientras el DEC esté presente en su día a día, todo a su alrededor seguirá viéndose alterado.

En algunos casos crónicos, estas personas pueden buscar activamente entornos, relaciones amorosas, trabajos e incluso vecindarios que estén en sintonía con su disturbio. Pueden encontrarse atraídas hacia situaciones donde experimenten una resonancia con esa alteración, lo que puede perpetuar el ciclo de problemas y desafíos en sus vidas.

En esencia, nosotros como seres humanos somos campos de información electromagnética, lo que nos hace susceptibles a influencias externas que pueden alterar nuestros campos personales. Estas influencias pueden incluir corrientes geopáticas o alteraciones en el subsuelo, exposición a campos eléctricos de alta carga o tensión, así como a dispositivos electrónicos como Wi-Fi y antenas. Además, interactuar con personas que también experimentan disturbios electromagnéticos puede contribuir a esta alteración. Todo esto puede resultar en lo que se conoce como Desorden Energético Crónico (DEC).

Al ser algo sutil y no visible, puede influir en la perspectiva mental y el desarrollo de la vida de las personas afectadas. Con el tiempo, estas personas tienden a volverse más cerradas y escépticas, ya que enfrentan constantes desafíos y dificultades en diferentes aspectos de sus vidas. El carácter puede alterarse con facilidad, y pueden experimentar una disminución de la salud mental y física.

En cuanto a la salud mental, pueden manifestar distracción, ansiedad y preocupación excesiva. También pueden perder tiempo en detalles sin importancia, lo que contribuye a su sensación de frustración y agobio. El miedo también puede ser una constante en sus vidas, ya que sienten que están luchando contra fuerzas invisibles que obstaculizan su bienestar.

Además, algunas personas con DEC pueden volverse agresivas como resultado de la acumulación de estrés y frustración. En resumen, el DEC puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar de las personas, alterando su perspectiva, comportamiento y calidad de vida.

Es cierto que algunas personas pueden volverse dependientes de su forma de vida con Desorden Energético Crónico (DEC) debido a la familiaridad y la comodidad que proporciona, a pesar de sus desafíos. El proceso de hacer cambios para poner en orden los campos electromagnéticos puede parecer intimidante o desconocido para ellos. Pueden experimentar ansiedad o resistencia al cambio, incluso si reconocen que su vida podría mejorar.

Sin embargo, es importante destacar que el cambio hacia un entorno más equilibrado y armonioso puede ser un proceso gradual y requerir apoyo emocional y práctico. Es posible que estas personas necesiten tiempo para adaptarse a un nuevo estilo de vida y aprender nuevas formas de manejar los desafíos que enfrentan.

Es fundamental fomentar un sentido de esperanza y empoderamiento en estas personas, mostrándoles que el cambio es posible y que pueden desarrollar habilidades para mejorar su bienestar y calidad de vida. Con el apoyo adecuado, pueden descubrir una vida más saludable y satisfactoria, liberándose de la dependencia del DEC y encontrando nuevas formas de vivir en armonía con su entorno.

El Desorden Energético Crónico (DEC) puede ser considerado un problema sistémico que afecta no solo a individuos, sino también a familias, hogares, lugares de trabajo y empresas enteras. En muchos casos, toda una familia puede verse afectada por el DEC, especialmente si comparten el mismo entorno físico y las mismas influencias ambientales.

Además, es importante reconocer que algunos entornos, como ciertas viviendas u oficinas, pueden estar afectados por problemas estructurales o ambientales que contribuyen al DEC. Esto puede incluir "casas enfermas" con problemas de humedad, moho o contaminación del aire, así como lugares de trabajo con campos electromagnéticos disruptivos o condiciones estresantes.

En consecuencia, abordar el DEC de manera integral implica no solo trabajar a nivel individual, sino también evaluar y corregir los desequilibrios en el entorno físico y social en el que las personas viven y trabajan. Esto puede implicar la adopción de medidas para mejorar la calidad del aire y el agua, reducir la exposición a campos electromagnéticos, promover un ambiente de trabajo saludable y fomentar prácticas de autocuidado y bienestar emocional en toda la comunidad. De esta manera, se puede abordar el DEC de manera más efectiva y promover un mayor bienestar para todos los involucrados.

gENiO SAPIENS ofrece programas para corregir los campos morfogenéticos de forma individual, lo cual puede ser útil para abordar problemas personales relacionados con el Desorden Energético Crónico (DEC).

El diagnóstico proporcionado por gENiO SAPIENS puede ayudar a determinar si el problema es individual o sistémico, es decir, si afecta solo a la persona o también a su familia y entorno físico, como la casa. Al revisar los campos electromagnéticos, el sistema gENiO SAPIENS puede proporcionar información resonante sobre el entorno de la persona, lo que puede ayudar a identificar influencias externas que contribuyen al DEC.

Al considerar el enfoque integral para abordar el DEC, es importante tener en cuenta tanto los factores individuales como los ambientales. Esto puede implicar no solo la corrección de los campos morfogenéticos a nivel personal, sino también la identificación y solución de problemas en el entorno físico y social en el que la persona vive y trabaja.

Es cierto que cada caso de Desorden Energético Crónico (DEC) es único e individual, y es importante poder identificar si se tiene este problema y explorar posibilidades para resolverlo.

Para muchas personas, especialmente aquellas que no pueden cambiar su entorno social o laboral, como compañeros de trabajo, jefes o lugares de trabajo, el DEC puede ser un desafío constante. Aunque no puedan controlar completamente estas influencias externas, es fundamental tomar medidas para proteger su bienestar y reducir los efectos negativos del DEC en sus vidas.

En estos casos, acudir con frecuencia a programas o servicios que ayuden a ajustar sus campos energéticos puede ser una estrategia útil para mantener un equilibrio personal y mitigar los impactos del DEC. Estos programas pueden proporcionar herramientas y técnicas para fortalecer la energía personal y aumentar la resiliencia frente a las influencias externas.

Además, es importante cultivar prácticas de autocuidado y bienestar emocional, como la meditación, la respiración consciente y el establecimiento de límites saludables en las relaciones interpersonales. Estas prácticas pueden ayudar a fortalecer la salud mental y emocional, incluso en entornos desafiantes.