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Microbiota

La Importancia de la Microbiota Intestinal

Si hay algo que es fundamental para nuestra salud es cuidar la microbiota.

Antes conocida como flora bacteriana, pero los estudios han ido más allá y se comprueba que una gran parte de nuestro cuerpo está conformado por microorganismos que tienen nuestro ADN y conforman toda una microbiota. Voy a dedicarle este artículo a la del intestino, por la importante relación que tenemos con la alimentación.


Por otro lado hoy sabemos que existe una estrecha relación entre la microbiota intestinal con nuestro sistema nervioso y el cerebro, ya que en cualquier enfermedad mental también se debe considerar a la microbiota como un factor que está en riesgo.


Nuestra alimentación define en mucho el tipo de decisiones, reacciones y la salud de nuestras neuronas, así mismo como el estado de ánimo, sentir miedo o manejar el estrés.


¿Pero qué es la microbiota?


Está compuesta en gran parte por bacterias, mucho menos por virus y parásitos, pero con todos estos compartimos nuestro ADN. En volumen y cantidad, la microbiota es tres veces más que el total de la masa de nuestras células. Tienen dos funciones básicas y que son vitales; ayudan a regular el suministro de energía y a protegernos de gérmenes intrusos que puede ser dañinos para nuestra salud.

Un 70% de nuestra células inmunes viven en nuestro intestino.


y más de 100 millones de neuronas cerebrales interactúan con estas.

El estudio formal que se está haciendo de la microbiota nos está ayudando a comprender sus beneficios en nuestra salud y que también sirve para detener el envejecimiento.

Factores que alteran a la microbiota


Sin embargo, hay cuatro factores que atentan peligrosamente contra nuestra microbiota, tres de estos son externos y uno interno; El más dañino es el que nos hacemos a nosotros mismos a causa del DISTRÉS, ya que produce una sobrecarga de energía celular que altera sobremanera a todo nuestro organismo, afectando nuestra capacidad de homeóstasis y autorregulación, volviéndonos vulnerables a casi todas las enfermedades y a un daño cerebral importante.

Los otros tres factores internos son; La medicación, la contaminación y los químicos cosméticos y alimentarios; conservantes y colorantes artificiales, etc.

La relación simbiótica que tenemos con nuestra microbiota es esencial, ya que funciona como barrera contra los gérmenes ajenos y que pueden ser patógenos.

Al compartir el ADN con nuestra microbiota, nuestro sistema inmune vigilante no los agrede, y sólo se encargan de eliminar a los gérmenes intrusos.

Cuando utilizamos agentes químicos, medicinas o sustancias en alimentos y la cosmética, debilitamos a nuestra microbiota dejando expuesta nuestra barrera intestinal.

"Nuestro Cuerpo se defiende"

Nuestro cuerpo va a intentar depurar, por todos los medios, todo aquello que nuestro organismo no reconozca y cuando no lo consiga intentará aislar todos esos tóxicos, temporalmente los acumulará en los huesos.
Normalmente el cuerpo elimina los residuos y tóxicos por las heces, la orina y la piel.
Cuando el intestino está sobrepasado de toxinas, apareceré la colitis acompañada por el estreñimiento a la diarrea y viceversa, si usted sufre de colitis sepa que su microbiota está alterada.

Entre los elementos químicos tóxicos que más afectan a nuestra microbiota están, los metales pesados, algunos conservantes que utiliza la industria de los alimentos en cereales y verduras, algunas de las cuales tienen demasiados pesticidas y sustancias químicas, las cuales acabamos consumiendo en nuestra dieta diaria.

Los dos de los alimentos más dañinos para nuestra microbiota y de forma directa son el exceso de azúcares y el gluten del pan no hecho masa con madre.

El azúcar se ha vuelto un problema importante la consumimos en demasía ya que se encuentra oculta en los alimentos. Los azúcares fuera de nuestro organismo funcionan como conservantes, pero al llegar al intestino se convierte en todo lo contrario, ya que favorece que las bacterias crezcan de forma descontrolada alterando su equilibrio. Para entender esto pondré por ejemplo el sistema que se utiliza para hacer cultivos de bacterias en el laboratorio, para lo cual se utilizan unas cajitas de plástico transparente llamadas de “Petri”, que tienen una base de gelatina y azúcar para acelerar el crecimiento de estos cultivos.

Por otra parte, está el gluten que, al adherirse a la vellosidad intestinal, teniendo una carga de pesticidas, conservantes y tóxicos alimentarios, obligando a que nuestras células inmunes entren en acción y acaben produciendo daños colaterales en nuestro intestino, son micro perforaciones, que en ese mundo microscópico son grandes aberturas que son atravesadas por los mismos agentes tóxicos, por los gérmenes dañinos y finalmente nuestras mismas células inmunes (enfermedades autoinmunes).

Medidas sencillas para cuidar nuestra microbiota


Aunque cambiar la dieta es beneficioso, no es suficiente

Con algunas medidas sencillas podemos mejorar nuestra microbiota, como son; hacer ejercicio, es uno de los mejores remedios para reducir el estrés y hacer un cambio simbiótico que ayuda a mejorar nuestro metabolismo y fortalecer nuestra microbiota, lavar muy bien frutas (de preferencia con agua filtrada) y verduras antes de consumirlas, evitar el gluten y los alimentos con azúcar.

Es una buena práctica consumir con cierta regularidad probióticos, consulte con su terapeuta para que le indique cuales de estos necesita.

Dr. Eduardo González Coeto.

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