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The Law of Giving and Receiving: Abundance, Love, Sex and Generosity

Eduardo González Coeto • 21 de noviembre de 2024

Svadhisthana and the power of the second chakra, an energy in motion

The Law of Giving and Receiving: Abundance, Love, Sex, and Generosity

There is a fundamental law in nature that teaches us how abundance works in all aspects of our lives: giving to receive. This simple yet powerful truth applies to love, money, sex, and all the energies that move our existence. If we want to reap, we must first sow; if we want to receive, we must first give.


"Giving from the heart does not diminish what we have; it multiplies who we are."


Why Does Generosity Attract Abundance?

Imagine a dry, barren field. After a good rain, that same land turns green and flourishes. We see it as logical in nature, don’t we? However, many times we expect abundance to come into our lives simply because we believe we deserve it. We think: "I’m a good person, so why don’t I have what I want?"

The problem is that we forget this essential rule: nothing flourishes without sowing. If we want to harvest love, prosperity, or pleasure, we must first take the initial step, invest our energy, and nurture what we’ve planted. This isn’t about immediate barter but about conscious generosity.

When we give from the heart, we generate a wave of well-being that expands, creating greater abundance not just for ourselves but for everyone around us.


"The cycle of giving and receiving is like the wind: invisible but capable of moving mountains."


The Pleasure of Giving and Receiving: Energy in Motion

This dynamic of giving and receiving also applies to money, love, and sex. When we invest money, we don’t look for immediate results but for long-term growth. The same happens in our relationships: if we don’t give love first, it will never flourish.


The act of giving is inherently generous and creates a natural balance. If we do it with trust and without fear of loss, we transform our actions into seeds that germinate and reward us with abundant fruits.


"An act of generosity is a seed you plant in someone else’s soul and your own."


Svadhisthana: The Chakra of Pleasure and Abundance

In Hindu tradition, the second chakra, known as Svadhisthana, is the energy center of pleasure, sex, and creativity. This chakra invites us to fully enjoy life, balancing giving and receiving.

When we share pleasure with our partner, when we allow ourselves to enjoy and simultaneously offer pleasure, we are nurturing this energy of abundance. Similarly, every economic, emotional, or spiritual investment we make becomes an act of conscious generosity that generates more prosperity.


"Abundance blooms when generosity waters it."


The archetypes of the emperor and the empress represent this power of balanced abundance. They remind us to steer clear of martyrdom or manipulation and embrace life with celebration, trust, and gratitude.


Giving from the Heart: An Act of Love and Trust

Generosity not only benefits the receiver but also the giver. Think about those moments when, after achieving a success, you decide to share it with those who supported you. It could be a heartfelt thank-you, a kind gesture, or a generous action. This act not only improves the lives of those around us but also fills us with well-being and joy.


"Every time you give without fear, you are building a richer, fuller, and more human world."


Everyday Example:

When we achieve an important goal, like getting a promotion, paying off a debt, or simply completing a personal project, we can show gratitude with simple gestures. Inviting those who supported us to dinner, sharing our experience to inspire others, or returning a favor to someone who helped us in the past. This cycle creates an expansive wave of gratitude and abundance.


Exercises to Cultivate Generosity and Abundance

  1. Gratitude and Generosity Journal:
    Each night, write down three things you are grateful for and one generous action you can take the next day. This habit strengthens your connection to the flow of giving and receiving.
  2. Conscious Acts of Generosity:
    Once a week, perform a generous act for someone without expecting anything in return. It can be a small gesture, like helping a stranger, or something meaningful for someone close to you.
  3. Symbolic Seeds:
    Plant a symbolic purpose. Sow a real seed in a pot or garden and care for it while reflecting on how you cultivate generosity in your life.
  4. Meditation on Svadhisthana:
    Dedicate 10 minutes a day to visualizing warm, orange energy in your pelvic area. Imagine this energy flowing freely between giving and receiving, filling your life with abundance.


Questions to Reflect On:

  • What areas of your life need more "sowing"?
  • How can you start giving from the heart without fear of losing?
  • What generous acts could you perform today to create waves of well-being around you?



Conclusion: Celebrate the Cycle of Abundance

Generosity not only transforms our relationships and finances but also elevates us spiritually. Every time we give without expecting, we activate a cycle that gives back more than we could imagine. Cultivating giving and receiving from the heart connects us to an infinite source of love, creativity, and prosperity.


Remember:  we are the gardeners of our lives. Care for your seeds, water your field, and celebrate the abundance that blooms within you.

Por Eduardo González Coeto 20 de febrero de 2025
1. El dinero como energía En otros videos he mencionado que el dinero no es un objeto real como lo es la comida, una casa o la ropa. Más bien, podemos entenderlo como una forma de energía a la que le asignamos un valor. Este valor representa el esfuerzo, tiempo, conocimiento o solución de un problema, entre otros factores. Ejemplo práctico: Si realizas un trabajo freelance y recibes un pago digital, no hay un billete físico en tus manos, sino una transferencia de valor (energía) que se refleja en números en tu cuenta. Los billetes, monedas, metales preciosos o joyas son solo símbolos materiales que utilizamos para medir e intercambiar esta energía. Una vez que entiendas esto, comprendes que tú mismo eres quien genera esa energía y, por ende, tu riqueza. 2. La PNL y la valoración personal Para profundizar en esta idea de que “el dinero es lo que eres tú”, podemos apoyarnos en la Programación Neurolingüística (PNL). Esta herramienta nos ayuda a trabajar con nuestras creencias y comportamientos para desarrollar nuestro valor personal . Cuando hablamos de “valor”, no se trata solo de autoestima, sino de cómo te percibes a ti mismo en relación con los demás y con lo que le ofreces al mundo. 3. Vender es intercambiar energía Muchas veces, la palabra “ventas” tiene mala fama. Sin embargo, todos estamos constantemente vendiendo algo : nuestro tiempo, nuestras ideas, nuestro talento. En realidad, estamos intercambiando energía con otras personas. Cuando buscas empleo, vendes tus habilidades. Cuando buscas una relación, vendes (o muestras) tu forma de ser y tu compañía. Cuando ofreces un producto o servicio, vendes la solución que propones y la experiencia que das. La clave está en comprender que las personas toman decisiones basadas en sus emociones y en la satisfacción que obtienen, más que en las características técnicas de lo que les ofreces. Por lo tanto, “Vender es un acto de amor” Si partimos de la premisa de que la vida es un flujo constante de dar y recibir, entonces vender no es solo una transacción económica, sino un intercambio de valor, confianza y transformación. Tu pregunta final es clave: "¿Qué le ofreces a la vida más allá del dinero?". Esto invita a reflexionar sobre el propósito y la contribución que cada persona hace al mundo, reforzando la idea de que la riqueza no es solo material, sino también emocional, intelectual y espiritual. Cuando dejes de hacer las cosas solo por obtener dinero, verás que dejará de ser una prioridad. Tu verdadera prioridad debe ser encontrar la felicidad, porque, al final, ese es el propósito real de hacer riqueza. Si te obsesionas con acumular más dinero y más bienes creyendo que ellos te darán la felicidad, perderás el verdadero objetivo de tu existencia. El dinero y los objetos son solo herramientas, no el fin último. Cuando termine tu tiempo en esta vida, todo eso se quedará aquí. El dinero es una herramienta poderosa cuando está alineado con tu propósito, pero se convierte en una carga cuando es tu único objetivo. La verdadera riqueza no está en lo que acumulas, sino en lo que eres y en lo que compartes. Piensa en el dinero como el oxígeno: necesario para vivir, pero si solo te enfocas en él, te olvidarás de respirar la vida misma. Cuando vives con propósito, el dinero fluye naturalmente hacia ti, como el aire a tus pulmones cuando te relajas y confías en el proceso. Cuando pones tu energía en servir, crecer y aportar valor, el dinero llega como consecuencia, no como una obsesión. La clave está en encontrar tu misión, vivir con sentido y disfrutar el camino, sabiendo que la verdadera abundancia es un reflejo de lo que das al mundo. Has una lista de las 100 cosas que no te cuestan ni tienes que pagar por estas y otra de las que tienes que pagar y compáralas. Te llevarás una sorpresa. 4. El diagrama de Venn: Apertura, Demostración y Cierre Imagina un diagrama de Venn con dos círculos que se superponen ligeramente. Círculo izquierdo (Apertura): Se refiere a cómo inicias la comunicación o la relación. Círculo derecho (Cierre): Es la fase en la que concretas o finalizas la interacción (por ejemplo, cuando un cliente decide comprar, o una persona acepta tu propuesta). Zona de intersección (Demostración): Es donde presentas tu valor, escuchas a la otra persona y ajustas tu oferta (o tu actitud) a sus necesidades. Apertura: No puedes cerrar lo que antes no has abierto. Por eso, para que alguien te comprenda o te escuche, necesitas mostrar interés genuino , sonreír y practicar la empatía. Un ejemplo sencillo es romper el hielo con un comentario amable sobre algo que la otra persona trae puesto o una situación que comparten (mascota, evento, etc.). Evita ser invasivo o forzar la conversación; basta con un gesto cordial para empezar. Demostración: En esta fase muestras tu propuesta o tu valor. No es solo “hablar de ti”, sino escuchar activamente lo que la otra persona necesita y adaptar tu mensaje a ello. Cierre: Una vez que la persona comprende lo que ofreces, llega el momento de concretar. Puede ser un acuerdo, una compra o simplemente el paso a la siguiente fase de la relación (laboral, personal, etc.). Si no hubo una buena apertura ni demostraste con claridad tu valor, será difícil llegar a un cierre positivo. 5. ¿Qué es lo que vendes (o te vende a ti)? En situaciones de crisis, vender (o mostrar nuestro valor) se vuelve aún más importante. Cuando abunda el dinero, es más fácil esperar pasivamente a que las oportunidades lleguen. Sin embargo, en momentos de escasez, destacar con tu energía y tu propuesta se convierte en una necesidad. Recuerda que la gente no compra solo productos o servicios, compra la experiencia, la confianza y la emoción que percibe en tu oferta. 6. La “vibración” de tu negocio o entorno Si sientes que tu negocio o proyecto no avanza, pregúntate primero: ¿Cómo está mi actitud, mi forma de ver las cosas? ¿Estoy transmitiendo seguridad, pasión y energía positiva? Tu equipo o colaboradores tienden a alinearse con tu propia “vibración” (tu actitud, tu energía, tu estado emocional). Esto puede ocurrir tanto en un negocio como en la vida personal: atraemos lo que reflejamos . Si tú mismo no crees en tu proyecto, tu negocio lo reflejará. Si tienes empleados, ellos pueden terminar contagiándose de tu estado de ánimo o tu manera de trabajar. 7. Reflexión final y llamado a la acción “Puedes vivir en un paraíso, pero si insistes en convertirlo en un infierno, ¿cómo crees que te saldrán las cosas?” Lo primero que debes mejorar es tu relación contigo mismo y con la vida. Todo empieza con tu mentalidad y la forma en que te comunicas con los demás. Ejercicio sencillo Lista de cualidades: Anota en un papel tus principales fortalezas, tanto personales como profesionales. Identifica tu oferta: ¿Qué solucionas o qué aportas con esas cualidades? Practica la apertura: La próxima vez que conozcas a alguien, inicia la conversación con un interés genuino por la otra persona (un comentario amable o una pregunta sincera). Evalúa tu vibración: Observa si estás transmitiendo confianza, empatía y alegría. Si notas bloqueos, reflexiona en qué podrías mejorar. Recuerda: el dinero es energía y esa energía parte de ti. Ajustar tu actitud, tu forma de comunicar y tu apertura hacia los demás te ayudará a transformar tu valor personal en resultados concretos. ¡Mucho éxito en el camino! Dr. Eduardo González Coeto.
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