"IA" TBQ Biorresonancia para la Vida


Transformando el cuidado de tu salud


con el sistema gENiO SAPIENS 2025


Nuestros asistentes con IA te despejarán de dudas


Salud Emocional

Las emociones son como las ondas del agua

Salud Emocional y la TBQ gENiO®

¿Quién en este tiempo no está pasando por momentos difíciles?


El sistema “TBQ gENiO emocional” dispone de varios programas para ayudar a gestionar las emociones desde diferentes aspectos: hormonal, mental, energético, etc.


El sistema revisa aspectos profundamente para saber qué información hay en el subconsciente y la codificación que se tiene desde el vientre materno.


Actualmente pacientes que padecen algún trastorno emocional; ansiedad, estrés, depresión, etc. Requieren soluciones más directas, saber cómo evolucionan y sobre todo sentirse mejor para recuperar la tranquilidad.


Superar las barreras emocionales del pasado, tener motivación y expectativas renovadas para mejorar las relaciones con la familia, los compañeros y con uno mismo, se puede hacer de manera más eficiente, rápida y de manera que se verifique el progreso, se logra con el gENiO® SAPIENS TBQ sistema 2023.


Con esta terapia no solo se ve la parte emocional y psicosomática, sino que se revisa y regulan diferentes aspectos mentales, físicos, energéticos y otros códigos de frecuencia.


Esta potente herramienta es fundamental, ya que ayuda tanto al paciente como al profesional a resolver aquellas situaciones inconclusas que, de otro modo, tomarían más tiempo en superarse.


Cómo funcionan las emociones


La poderosa influencia epigenética y nuestra respuesta emocional y física.



Para entender las emociones desde el enfoque desde nuestro sistema emocional, es necesario entender que somos una unidad y que estamos conectados con todo o sea con la conciencia universal que es un campo de información que lo unifica todo.


Nuestro cuerpo no sólo resuena con nuestro propio organismo, sino que resuena con el entorno y las experiencias, que es lo que se conoce como "Epigenética", aparte de eso debemos considerar  la herencia genética de nuestros padres que solo tiene un 2%.


Nuestras emociones están muy relacionadas con la forma en que percibimos y hemos codificado la realidad, para entender esto necesitamos entender que nuestros sentidos tienen receptores que captan información que viaja rápidamente electromagnéticamente a nuestra red neuronal constantemente, la cual es filtrada por nuestro condicionamiento mental. (cultura, género, familia, educación, etc.) que convierten nuestra percepción o realidad objetiva en una realidad subjetiva.


Cuando la información llega a nuestra red neuronal, se produce una acción bioeléctrica en las sinapsis de nuestras neuronas, donde se realiza un cóctel de neurotransmisores relacionados con el tipo de información que ha sido filtrada por nuestra mente.


De esta forma, algo positivo o estimulante, desde nuestra percepción, provocará una serie de neurotransmisores que nos harán sentir bien, o viceversa, algo negativo provocará lo contrario, todo depende del valor emocional o mental que uno tenga de cada situación.


Los neurotransmisores estimulan el hipotálamo en el que se producirán neuropéptidos, que caeran en cascada por el sistema nervioso periferico y estimularán el sistema endocrino, es decir, el sistema de glándulas, que secretan hormonas que provocarán una serie de reacciones físicas emocionales.


Esto está ocurriendo en todo momento y a gran velocidad, es imparable, ya que manejamos millones de bits de información por segundo.

Dicho esto, que es una explicación biológica, vamos a ver cómo se gestionan las reacciones emocionales. 


Tenemos varias formas de memoria; De trabajo, de larga duración, la episódica, la semántica y la procedimental.


Todas interactúan mezclando recuerdos según las experiencias que vayamos teniendo y modifican la información en nuestros genes. Lo interesante es que nuestro cerebro tiene plasticidad, por lo que podemos hacer cambios inteligentes, como sucede cuando comprendemos alguna experiencia o un episodio que hayamos vivido.


Nuestro inconsciente también llamada como "la sombra", es como un almacén, donde guardamos aquellas cosas que no nos gustan, las malas experiencias que no hayamos superado, todo con el fin de sobrevivir, pero son situaciones que nos


están afectando de una forma u otra, cuando hay situaciones que inconscientemente se conectan con una experiencia pasada, pueden hacernos reaccionar de forma inesperada, dependiendo de la vivencia inconclusa que tengamos abierta.


Cada situación emocionalmente abierta en nuestra vida tiene efectos en nuestra salud física, mental y energética, es por ello que el 80% de las enfermedades son de origen psicosomático, las cuales, si permanecen abiertas, pueden complicarse con el tiempo, provocar cambios de conducta, malas relaciones con el medio ambiente y con otras personas, llegando incluso a provocar diferentes desequilibrios, que pueden manifestarse en algunas enfermedades crónicas y degenerativas.

"C. Jung cita lo siguiente."

“Si no haces consciente lo que está en tu subconsciente, tu inconsciente tomará el control de tu consciente y a eso le llamarás destino” 

Y es precisamente que Jung nos deja las cosas muy claras a partir de la Biorresonancia Cuántica. Vayamos a un ejemplo sencillo para entender las alergias alimentarias.


Imaginemos que está comiendo algo y en ese momento hay una discusión o una mala noticia, su cuerpo (cerebro reptiliano) se pone en alerta y asocia la comida a esa mala emoción.


En respuesta, el intestino delgado producirá mucosidad para protegerse de lo que el cuerpo considera agresivo, y la sensación será de inflamación e indigestión.


Por otro lado, el hipotálamo codificará ese alimento como un agente extraño o dañino.


El sistema inmunológico estará alerta y cada vez que identifique un alimento relacionado con lo codificado, intentará atacarlo, al igual que a un virus o un germen extraño, provocando una respuesta alérgica e inmunológica.


Con Biorresonancia y psicoterapia buscamos la causa del problema para que la persona tome conciencia, eso nos ayudará a conocer el origen del problema y a partir de ahí trabajarlo en psicoterapia a nivel emocional y con TBQ gENiO a nivel celular.


Si sólo atendemos a los síntomas o el padecimiento, no solucionaremos nada, porque la memoria celular que está codificada desde los genes seguirá activándose en cualquier momento.


Por tanto, cada toxina, cada alergia y cada reacción está relacionada con alguna emoción o experiencia y esta repercute en nuestro organismo.


Con la Terapia de Biorresonancia Cuántica (TBQ) conseguimos ordenar toda la información, decodificar la información antigua o que resuena mal y encontrar un equilibrio entre la realidad actual y la información que está en la memoria.



Algunos de los programas de TBQ del sistema gENiO para tratar las emociones

Es evidente que cada vez que le pedimos al organismo que haga un cambio de paradigma, es posible que no seamos conscientes del esfuerzo que esto requiere y la resistencia que el cuerpo provoca, por lo que se generan dos cosas:


  1. Se produce una demandará nutrientes, o sea, recursos para realizar esos cambios, ya que el organismo invierte mucha energía para llevarlos a cabo.


  1. Como se activa una "Resistencia Natural" a los cambios, aunque estos sean beneficiosos para el cuerpo, porque el cerebro reptiliano que está encargado de la sobrevivencia, no le gusta invertir más energía de la necesaria, ya que ha calculado el desgaste diario, por lo cual un excedente en el consumo de energía, provoca de forma automática que el cerebro reptiliano una RESISTENCIA para no invertir energía de reserva que está guardada para la sobrevivencia, o sea, en caso de emergencia.


Por lo tanto, damos las gotas o una tarjeta después de la terapia, para que el organismo no olvide en hacer esos cambios, ya que son órdenes o impulsos electromagnéticos, así como nutrientes de alta calidad para que soporten esos cambios y que eviten que el cerebro reptiliano provoque esa resistencia, de esta forma la terapia avance.

El cerebro visto desde de forma evolutiva, podemos que es trino, es decir que se divide en tres partes: Reptiliano (instintivo), Límbico o emocional y el Neocórtex (en donde se almacena la información)


La comunicación entre el cerebro reptiliano y el límbico o emocional es muy interesante, ya que el emocional a pesar de ser más pequeño tiene una fuerte influencia sobre el reptiliano que es instintivo,  este controla de cierta forma el lado izquierdo del cerebro y es más bien reactivo, se encarga de la alimentación, la procreación, la huida o la agresión, ahí se encuentran los fundamentos del ego, etc... o sea, es instintivo, y su lema es “sobrevivir”. Por lo que hará todo lo posible para cumplirlo, aunque no se encuentre en peligro.


El emocional negocia muy bien con el reptiliano y fácilmente lo convence para relajarlo y desactivarlo cuando está en alarma.


Las personas con fobias o miedos crónicos tienen su c. reptiliano en constante alarma y pueden volverse adictas al miedo y a las fobias, lo cual les provocará grandes resistencias para cambiar los paradigmas de su vida.


Por otro lado, si no se cierran esos aspectos emocionalmente abiertos, que están en el inconsciente, se mantendrá muy activo el c. reptiliano.


Hay una relación paradójica con el c. emocional y el c. reptiliano, por ejemplo: amor y dolor, sexo y miedo, vida y muerte.


En conclusión, en mi terapia busco que mis pacientes tengan un control de su realidad emocional y comprendan sus reacciones físicas, de forma que resuelvan sus situaciones abiertas e incrementen su base de conocimiento. 


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